martes, 6 de noviembre de 1984

Discurso de la entrega de la Medalla de Oro de Ferrol a S.M. El Rey

Entregada en el Palacio de Oriente, como Alcalde Accidental de Ferrol, por la actitud de la corona ante los sucesos del 23-F. 

Discurso escrito por el autor y publicado en los diarios "La Voz de Galicia" y "El Correo Gallego" el 07-11-1984
 
Majestad:

La ciudad de Ferrol es un pueblo antiguo. Su vida ha sido la mar y los barcos. Nos cabe el orgullo de que hayan sido sus antepasados, los Reyes Borbo­nes del siglo XVIII quienes pensaron en Ferrol como ciudad marítima del Norte. La ciudad creció bajo los auspicios de la Monarquía, y nuestra memo­ria histórica está ligada a aquel gran siglo, que es también el siglo de la dinas­tía. Desde entonces nuestro medio de vida y desarrollo fue la mar y será la mar, pues nosotros no podemos romper esa tradición seguida por nuestros antepasados, que a través de generaciones han estado ligados a ella por medio de nuestra industria naval.

Vos como Rey de España y símbolo de la unidad y permanencia del Estado, al sancionar la Constitución y mandar a todos cumplirla, expresas­teis ante el pueblo español, titular de la soberanía nacional, vuestra voluntad decidida de acatarla y servirla. Después de casi un lustro somos conscientes de ello, pues la Corona ha sabido ocupar su lugar a lo largo del mismo, ya que ocasiones no le han faltado para demostrarlo, y por eso tenéis y tendréis el cariño y respeto de todos los españoles.

No renunciamos a nuestra personalidad industrial y marítima, como tampoco renunciamos a nuestra fidelidad a la Corona, a España, y a la Democra­cia. Luchamos y lucharemos unidos en la aspiración común de conseguir los niveles de dignidad y de justicia, de libertad y de paz, que son el objetivo final para seguir creando ese proyecto de vida en común que se llama España. Por ello os pedimos que nos ayudéis a salir de esta crisis que asola nuestra ciudad, de igual forma que sus antepasados han creado y propiciado su desa­rrollo.

Se os hace entrega de esta medalla por méritos propios, pues habéis demostrado estar a la altura de la misión a Vos encomendada: garantía de la unidad de España y Jefe del Estado Democrático, que es el de todos los espa­ñoles. Y también porque Vos sois heredero de aquellos Reyes que hicieron de Ferrol una ciudad del mar y los barcos.

Muchas gracias, Majestad.