miércoles, 12 de octubre de 2011

Galicia como plataforma logística

Artículo de opinión del autor publicado en el diario "La Voz de Galicia"

Hace más de una década, los expertos proclamaban que con la ampliación del Canal de Panamá, Galicia estaba llamada a ser el nuevo enlace entre el norte y el sur de Europa y a convertirse en la plataforma logística de las mercancías del Arco Atlántico. Hablaban de la necesidad de un gran puerto, ya que los existentes, en construcción o proyectados, eran poca cosa en comparación con Rótterdam, Valencia, Barcelona o Algeciras. Advertían que no había que dormirse en los laureles, ya que nuestros enclaves solo atraían (y atraen) un 10% de los 50.000 buques que cada año pasan por el corredor de Fisterra.

En 2005 los gurús contratados por la Xunta volvían a decantarse por la misma estrategia. Así, el japonés Kenichi Ohmae (mundialmente conocido como el Señor Estrategia), decía: “Galicia lo que debe hacer es disponer de un gran puerto principal. Si creen que los existentes cumplen condiciones vayan a ver los nuevos puertos de Singapur o Corea”. Leonardo Carbone, consejero delegado de la naviera italiana Grimaldi: “Sí Galicia quiere acceder a los grandes buques procedentes de América deberá plantearse un superpuerto”. Holstila, director general de la finlandesa Culminatium: “No esperen a hundirse para reaccionar. Se puede tener éxito en cualquier lugar del mundo, no es un problema ser remoto o periférico”.

Todo lo que se les ocurrió a los políticos fue lo de “Galicia puerto único”, una inmensa falacia que suena bien y da sensación de sapiencia. Entre tanto las grandes inversiones se realizaban en el Mediterráneo (actualmente mueve 8 de cada 10 contenedores en España). Por el contrario las pocas inversiones del Atlántico son el colmo de los despropósitos, al estar pesimamente proyectadas. En los últimos tiempos Laxe, actual presidente de Puertos del Estado, sacó de la chistera lo de “la coopetición portuaria”, otra ocurrencia más para ilusos. La unión/coordinación de puertos pequeños nunca funciona, porque no se alcanza la masa crítica y además va contra la competencia. Se ha despilfarrado no solo en su construcción sino también en su promoción, ya que son invendibles. 

Mientras, Portugal ha decidido paralizar el AVE para potenciar el puerto de Sines (a pesar de sus fragilidades) de cara a la ampliación del Canal de Panamá. Por contra, Galicia continúa sin peso en el tráfico marítimo mundial, nuestros pequeños puertos casi vacíos por falta de un gran enclave aglutinador (hub), la plataforma logística en el baúl de los recuerdos, y los ciudadanos hastiados de tanta incompetencia y mediocridad.