viernes, 16 de noviembre de 2012

El gran puerto atlántico gallego


Recientemente D. Juan Velarde, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, publicaba <La economía de nuestros nietos>, donde las generaciones actuales para garantizar el futuro han de superar nada menos que dieciséis barreras. Una de ellas muy importante para Galicia: “Por primera vez en la historia, nuestro país se ve rodeado por una gran corriente de tráfico; es la que une los ambientes crecientes económicos del Pacífico, Índico y la Europa más rica. Para aprovecharla es preciso rehacer todas nuestras infraestructuras. El lema podría ser menos AVEs y más tráfico de carga, todo ello enlazando adecuados puertos con Europa. Abandonar esa posibilidad, que explica por ejemplo la opulencia de Suiza o el crecimiento de Panamá, sería un disparate”.


Galicia en el mapa del transporte marítimo mundial ocupa una envidiable centralidad. Esta visión solamente la tuvieron contados políticos, como el ex presidente de la Xunta D. Gerardo Fernández Albor: “Uno recuerda con nostalgia cuando algunos luchábamos por el gran puerto atlántico gallego, necesario para nuestro progreso y que no pudimos conseguir, pues las autoridades de entonces se decidieron por Bilbao que era mucho más costoso y no estaba en la ruta adecuada. Claro que, siendo sinceros, debemos decir que nosotros no apoyamos un único puerto (¡Ay, nuestro ancestral localismo!) y los vascos, sí”. La localización geográfica de un gran puerto es definitiva y debe estar en las grandes rutas, motivo por el cual Bilbao no pasa de ser un puerto energético. Según la naviera Evergreen Line: “Esto fue precisamente la tumba del puerto de Bilbao ya que lo tenía todo, excepto que no estaba cerca de las grandes rutas marítimas. Un buque cuanto antes llegue al destino antes generará ingresos, por lo que un ahorro de unas horas de trayecto es muy importante”.

Las administraciones ya no invierten en puertos y dejan que la iniciativa privada genere riqueza para centrarse fundamentalmente en sanidad, educación y fines sociales. Pero nuestro sistema portuario es una antigualla, con pérdidas que nos empobrecen y donde se veta la entrada a la iniciativa privada alegando pérdida de soberanía o la venta del patrimonio costero. Los mismos argumentos que cuando las privatizaciones de las empresas públicas y que al final resultaron un revulsivo económico. Según Evergreen Line, “Galicia tiene un emplazamiento geográfico óptimo en las grandes rutas marítimas, y Superpuerto y Refugio Ártabros está equidistante de los dos puertos hub más cercanos de la fachada atlántica (Le Havre y Algeciras), puesto que Bilbao no es rival y Vigo no puede crecer porque está enquistado en la ciudad”.

La principal diferencia con la época del Sr. Fernández Albor es que las competencias portuarias, además de estatales también son autonómicas, incluidas las de puerto refugio. Esperemos que el nuevo Gobierno de Galicia tenga visión de futuro con Ártabros, sobre todo cuando no supone coste alguno para el depauperado erario público.