Artículo de opinión del autor publicado en el diario "La Voz de Galicia"
España ha hormigonado cada recodo de la costa y dilapidado enormes recursos públicos en pequeños puertos sin mercancías, calado, superficie portuaria, muelles, y/o zona de actividades logístico-industriales (ZALI). Mientras los grandes navíos continúan pasando de largo y los productos siendo más caros, por el sobrecoste de los barcos de reparto desde puertos foráneos. Por contra, se echa en falta un macropuerto para atraer las grandes rutas marítimas y abaratar mercancías. Se habla mucho de la apertura de nuevas rutas internacionales por la saturación del canal de Suez y los puertos del norte y centro de Europa, y del futuro incremento de los tráficos oceánicos de grandes buques tras la ampliación del canal de Panamá en 2015; pero nadie aporta soluciones para que estos barcos puedan recalar en España, puesto que ningún puerto actual o en construcción podrá captar estos tráficos.
Tras la ampliación de la Unión Europea , España se ha alejado territorialmente del centro económico comunitario donde se concentra el 45% de la riqueza, sin embargo Galicia continúa siendo central por mar debido a su estratégica situación en la fachada atlántica por donde pasa gran parte del tráfico mundial. Actualmente el panorama portuario gallego es desolador, pues maneja solo un 3,5% del volumen nacional. No solo no atrae mercancías sino que sus propios productos se comercian a través de otras terminales, tampoco capta el tráfico marítimo que pasa por sus costas, padece la deslocalización de empresas, no recibe inversión extranjera (el 0,1% de España), mueve mercancías con poco futuro, y no puede acoger a los buques de nueva generación. Las enormes inversiones realizadas en sus puertos no han conseguido que Galicia avance un ápice en equipamiento, productividad, bienestar, o renta. Todos los puertos gallegos juntos mueven menos mercancías que el de Bilbao y sin embargo nuestra tierra sufre las catástrofes y la contaminación del paso de millares de buques para dejarle el lucro a otros.
El tercer juego de esclusas del Canal de Panamá posibilitará el paso de mayores navíos, que encontrarán como tierra más cercana las costas galaico-portuguesas. Nuestro país vecino no dispone de lugares a resguardo de los temporales y con aguas profundas, lo que debe aprovechar Galicia para construir un enclave privado con suficiente masa crítica: tamaño, calidad de servicios, capacidad logística e intermodalidad. Es decir, una terminal con gran superficie portuaria, longitud de atraque, amplia ZALI y aguas profundas (más de 22 m ) para acoger los gigantescos buques. Esto le posibilitaría ser la puerta de entrada a Europa, un puerto hub de última generación en las rutas marítimas norte-sur y este-oeste, y la terminal de Madrid en el Atlántico (al igual que Valencia en el Mediterráneo). Además, Galicia tendría por fin un puerto refugio que ayudaría a solventar los problemas de seguridad del transporte marítimo europeo.
El Gobierno de todo esto, ni sabe ni escucha.