miércoles, 3 de abril de 2013

La obra maestra del despilfarro en Galicia

Publicado por elCorreoGallego.es

¿Hay que paralizar más obras?


El puerto exterior de A Coruña costará el triple de lo que se presupuestó// Es tres veces más caro que la Cidade da Cultura// Ningún experto garantiza que se pueda atracar en punta Langosteira en días de temporal // Greenpeace denunció la especulación urbanística


JAVIER FERNÁNDEZ. A CORUÑA  | 02.04.2013   

 

Octubre y noviembre de 2011. El País, el diario de mayor tirada de España, publica una interesante serie titulada Crónicas del despilfarro en la que pasa revista a los desmanes cometidos por las administraciones públicas en España. Del aeropuerto sin aviones de Castellón al ¿estadio olímpico? de Sevilla. Un cúmulo de despropósitos para denunciar que los gobiernos eran los primeros responsables de la crisis económica que nos acecha y que ningún político podía decir que los ciudadanos habían vivido por encima de sus posibilidades. El último capítulo de esta serie, que trasladó al resto del mundo la imagen de que España era el país del despilfarro, se titulaba El puerto de los mil millones.

 

Francisco Perejil empezaba aquella crónica del despilfarro de la siguiente forma: "Olvídense por un momento de las grandes infraestructuras descritas en esta serie. Ninguna de ella resiste la comparación con el puerto exterior de A Coruña, que empezó a construirse en 2005 a unos diez kilómetros de uno que ya existe. 


“Capricho con dinero de todos”

El Gobierno rechazó los informes que se oponían a la puesta en marcha de la obra

JAVIER FERNÁNDEZ. A CORUÑA  | 02.04.2013 


El ourensano Fernando Palao, que fue secretario general de Transportes y director general de Puertos, fue uno de los expertos que más se opusieron a la construcción de esta infraestructura en punta Langosteira. Tanto la rechazaba que fue el blanco de las iras de Francisco Vázquez, que llegó a acusarlo de intentar potenciar el puerto de Gijón (del que fue director durante nueve meses) frente al de A Coruña. Palao lo rechazaba de plano y recordaba en El País que "mis argumentos contra el puerto exterior eran y son económicos (porque no genera ninguna inversión adicional, ni más tráfico del que ya existe en el puerto interior), financieros (porque no había dinero para financiarlo y hubo que acudir a una operación urbanística que está parada por la crisis) y oceanográficos (porque Langosteira es el peor sitio de la costa española donde se puede construir un dique)".


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